El cuidado de los dientes debe tener el valor que se merece. No se puede jugar con ellos como si fueran de por vida. Puesto que no lo son. Por ello, hay que cuidarlos e intentar que luzcan sanos. Son una parte imprescindible de nosotros. Y no podemos acordarnos de su estado solo cuando nos molestan.
Los dientes nos identifican. Nos hacen diferentes. Son únicos. Y hay que preservarlos bonitos, blancos y alineados para sentirnos bien por fuera y por dentro. Comenzar a lucir una sonrisa perfecta y saludable es tan fácil como seguir este decálogo de consejos básicos y sencillos.
1. Cuidarás tu higiene bucodental por encima de todas las cosas. No olvides que necesitas un correcto cepillado tras cada comida y, si es necesario, completar la limpieza con el uso del hilo dental. Así previenes la formación de placa dental y la consiguiente proliferación de las dañinas bacterias. El tiempo estimado para cada cepillado será de tres minutos y deberás lavar tanto las caras externas como internas de los dientes.
2. No tomarás el nombre de tu dentista en vano. Deberás acudir a tu cita regular con él, al menos dos veces al año. Además de evaluar si tienes caries o alguna enfermedad de las encías, el dentista previene el envejecimiento de los dientes. La limpieza de sarro y el pulido de las piezas serán necesarios para gozar de una buena salud bucodental.
3. Cuidarás la alimentación. Come abundante fruta y verduras y bebe agua en vez de refrescos. Ten en cuenta que las bebidas demasiado pigmentadas, como el té o el vino tinto, y los zumos ácidos aceleran la degradación de los dientes. Evita picar entre horas y haz como máximo cinco comidas al día. No peques de azúcares que es el principal enemigo de tus dientes. Aumenta el consumo de proteínas, calcio, flúor o vitaminas y verás los resultados en tu sonrisa.
4. No cometerás hábitos insanos. Algunos actos son perjudiciales para la salud oral y afectan directamente al estado de tu boca. Morderse las uñas, usar los dientes como herramienta, masticar hielo, entre otros hábitos, pueden ser muy perjudiciales para el buen estado de las piezas.
5. No descuides los productos de higiene. El cepillo dental debe ser de una dureza y tamaño medio, así podrá acceder a todos los espacios de la cavidad bucal sin dañar las encías. Además se debe renovar cada tres meses o, al menos, siempre que las cerdas hayan perdido la forma y estén despuntadas.
6. Lo mayores deben ser un ejemplo para los más pequeños. Los niños imitan lo que ven en sus propias casas. Si desde la infancia se inculca el valor de cuidar la salud de los dientes, será más fácil que cuando crezcan sigan manteniéndolos. Esto les ahorrará muchos problemas innecesarios.
7. No jugar a los dentistas. Si sufres alguna dolencia o quieres mejorar el estado de tus dientes, no te tomes la libertad de buscar una solución por tu cuenta. Los remedios milagrosos no existen. Acude al especialista de inmediato y él te ayudará a encontrar el tratamiento más adecuado.
8. Te alejarás del consumo del tabaco, alcohol y cafeína. Hacerlo solo provocará el envejecimiento precoz de los tejidos que rodean el diente, deteriora la salud y amarillentan el color del esmalte. Reduce estos hábitos o, mejor aún, abandónalos por completo.
9. Presumirás de sonrisa sin complejos. Si tienes miedo de enseñar tus dientes porque tienen manchas o un tono amarillento, es hora de hacerte un blanqueamiento dental profesional. Acude a un especialista para que haga un diagnóstico y valore el estado actual de tu boca.
10. Aprenderás a amar tu sonrisa. Ten confianza en ti mismo. Aunque no tengas una dentadura perfecta, no dudes sonreír a la vida. Además de transmitir felicidad, aumentará tu belleza natural.