¿Qué es una disfunción de la articulación temporomandibular (ATM)? ¿Cómo influye en la vida de las personas? ¿Cómo se relaciona con el ámbito dental y de la fisioterapia? ¡Te lo contamos todo!
Se denomina articulación temporomandibular a aquella que está formada por la parte superior de la mandíbula y el hueso temporal del cráneo, tal y como vemos en la imagen. Nos permite realizar movimientos de la función masticatoria y movimientos de deslizamiento. Por tanto, una disfunción o una alteración de esta articulación, o de los músculos encargados de mover la mandíbula, produce dolor, además de otros síntomas, y, todo ello, afecta al aparato masticatorio.
Una alteración en la ATM favorece el dolor y disminuye la amplitud de movimientos mandibulares, es decir, reduce la capacidad para masticar y para hablar. La mayoría de las personas que padecen esta disfunción se encuentran entre los 20 y 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad, y lo padecen, en mayor medida, las mujeres. Sin embargo, solo entre un 5% y 6% necesitan tratamiento, el resto son casos leves y/o transitorios.
¿Por qué surge? La mayoría de los autores coinciden en que tiene origen multicausal y multifactorial, por lo que no hay una causa concreta, sino que puede derivar de maloclusiones, enfermedades metabólicas, infecciosas y/o neurológicas, alteraciones condilares, perdidas dentarias, traumatismos, etc.
Pero sí que se han encontrado factores desencadenantes de esta enfermedad, como la tensión psíquica, la sobrecarga física y emocional, la hiperactividad muscular permanente, la ausencia de dientes posteriores y hábitos nocivos para la salud.
¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas aparecerán en función de la zona dañada, pero podemos encontrar tres tipos: los funcionales, los dolorosos y los “variables”.
Los funcionales son aquellos relacionados, precisamente, con la función que tiene la mandíbula: nos ayuda a hablar, a masticar y/o a tragar los alimentos.
Por su parte, los dolorosos se manifiestan como dolor de cabeza, de cuello, oídos, maxilares, de ojos y/o dolor dental.
El tercer grupo, al que hemos denominado variables, son todos aquellos que no encajan en ninguna de las dos categorías anteriores, y pueden ser vértigos, zumbidos, pérdida de equilibrio, sensación de quemazón…
¿Cuál es el papel del fisioterapeuta en las disfunciones de la ATM? El fisioterapeuta será el encargado de realizar al paciente una valoración veraz y acertada para dar con el diagnostico final, con el objetivo de planificar el mejor tratamiento individualizado para esta persona.
De todos los pasos que debe seguir el profesional, los más importantes son la realización de una anamnesis (o historia de vida del paciente), un examen completo y funcional, y contactar a todos los profesionales que sean necesarios, como el dentista.
Después, tratará la patología, aplicando las técnicas adecuadas para el dolor del sistema articular, muscular, capsular y ligamentoso. El fisioterapeuta tendrá en sus manos mejorar la calidad de vida y la relación con el entorno de las personas con disfunciones de la ATM.
¿Cómo podemos prevenirlo? Aunque algunas de las causas no tienen que ver con los hábitos que realizamos, otras de ellas sí. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
- Evita movimientos dolorosos de mandíbula, como abrir demasiado la boca.
- No fumes, ni aprietes los dientes.
- No mastiques chicle de forma desmesurada.
- No te muerdas las uñas.
- Mantén una buena higiene dental y bucal.
- Cuida las posiciones de tu cuello y cabeza y realiza ejercicios de relajación muscular.
¿Necesitas más información? No dudes en pedirnos una consulta gratuita en la que nuestra fisioterapueuta Ana, te aclarará todas tus dudas!