PUBLICACIONES BLOGS

Medicina deportiva: entendiendo la lesión del manguito rotador

Si nos concentramos en nuestro brazo y lo movemos aleatoriamente, arriba y abajo, de lado a lado, incluso rotaciones hacia delante y hacia atrás, es fácil notar que las posibilidades de movimiento son muchas. Muchas más que si intentamos hacer lo mismo con la rodilla, la muñeca u otra articulación.

El hombro es la articulación con mayor movilidad de todo nuestro cuerpo. ¿Sabes a qué se debe? Gracias a músculos y tendones acoplados a la escápula, denominado manguito rotador, unidos a un tendón de la parte delantera y lateral del húmero, se forma un entramado, una red, que permite al hombro tener tantísima movilidad.

Por tanto… ¿qué es el manguito rotador?

Es una combinación de músculos y tendones en la parte superior del brazo. Es la zona que nos permite mover el brazo (elevarlo y rotarlo), proporcionando estabilidad a la articulación del hombro.

¿Cómo se puede lesionar? A grandes escalas, se pueden agrupar las lesiones del manguito en dos amplias categorías:

• Resultados de traumatismo, como luxación o fractura.
• Por un desgarro de cualquier componente del manguito, que suele darse por un uso excesivo y se conocen como ”lesiones de desgaste o degeneración”.

Por tanto, estas últimas suelen darse en deportistas, como tenistas,  o en personas, como pintores, entre otros, que realizan un movimiento repetitivo de esta parte del brazo.

¿Cómo sé si me he lesionado el manguito rotador? Síntomas. Todo depende de cómo se haya lesionado uno. Por ejemplo, si la lesión del manguito es resultado de un traumatismo, se puede experimentar dolor agudo e inmediato en el hombro, además de debilidad en el brazo. Sin embargo, en las lesiones de desgaste se experimenta un dolor que empieza como una punzada sin importancia cuando se levanta el brazo, pero que puede derivar en un dolor crónico en el hombro, limitando los movimientos de brazo y hombro. Todos estos síntomas se incrementan cuando se está tumbado.

–– Diagnóstico ––

Para el diagnóstico, tu médico te preguntará acerca de los síntomas y de tu historial clínico, para contemplar todas las causas posibles de este dolor. Además, es normal (y bueno) que le realicen otras pruebas, como radiografías, para buscar problemas óseos que contribuyan al dolor; resonancias magnéticas, para explorar mejor el tejido blando (músculos y tendones); y ecografías.

¡No te diagnostiques tú mismo! Acude a tu médico de cabecera o a un especialista para que te diagnostique adecuadamente, ya que los síntomas también pueden deberse a otras lesiones, como un pinzamiento de un nervio o artritis.

–– Tratamiento ––

Su médico puede recomendarle distintas opciones de tratamiento, dependiendo de sus síntomas concretos y de la gravedad de la condición. Normalmente, incluirá una o más de las siguientes:

  1. Descansar y evitar actividades durante un tiempo que provoquen los síntomas o los agrave, pero no demasiado tiempo, ya que puede agravar los problemas. Por eso, es importante que el médico determine cuánto tiempo ha de ser este reposo.
  2. Tratar el dolor con fármacos, como antiinflamatorios, inyecciones de cortisona y lidocaína o infiltraciones de Ácido Hialurónico especifico para tendones, incluso aplicación de frío. Todas ellas con el objetivo de reducir la inflamación y, por tanto, el dolor.
  3. Ejercicios adecuados y fisioterapia. Normalmente, los ejercicios irán dirigidos al fortalecimiento de los músculos y el médico le dirá que los realice durante el día. En cuanto al tratamiento de fisioterapia, se le podrá aplicar calor, utilizar electroestimulación indolora, masajes… Incluso enseñarle ejercicios específicos para reducir el dolor. Las sesiones de fisioterapia tendrán como fin mejorar la movilidad y aumentar la fortaleza, además de reducir el dolor.
  4. ¿Opciones quirúrgicas? ¡Claro! Pero siempre y cuando se siga experimentando dolor después de haber intentado todo lo anterior y como último recurso. Existen diferentes procedimientos en función de cómo sea la lesión y del dolor experimentado, por ejemplo: desbridamiento (para desgarros parciales), sutura del tendón desgarrado y, en caso necesario, la reinserción del húmero con pequeños anclajes. Apóyate siempre en tu médico para tomar la decisión más adecuada a tu caso.

Existe la opción de realizar cirugía convencional, que se realiza a través de una incisión, o la artroscopia, cuyas incisiones son pequeñas, por donde se introduce una cámara y pinzas .

  • Lo más importante… ¡Comprométete para mejorar! La recuperación total y la reparación de una lesión de este tipo puede requerir varios meses… Por ello, es importante que realice los ejercicios específicos prescritos por su médico, así como las sesiones de fisioterapia u otros métodos que el médico considere para su mejoría.

Después de las cirugías, es bastante probable que pueda irse a casa tras 24 horas y llevar el brazo en cabestrillo durante un tiempo, pero es importante que se comprometa con la recuperación. Será el médico quien le ayude a determinar el plazo que deberá esperar para empezar a participar de forma segura en actividades donde se vea implicado el manguito rotador.

¿Qué puede pasar si no trato adecuadamente la lesión? Meses de dolor e inflamación, bursitis (inflamación de la bursa (líquido) de la articulación), tendinitis (inflamación de uno o varios tendones), ¡entre muchas otras! Por ello…

Acude al médico para obtener un buen diagnóstico y el mejor tratamiento para tu caso, y comprométete para la total recuperación.

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Síguenos en Redes Sociales!

¡Los más populares!

Suscríbete a este artículo y recíbelo en tu email

No realizamos spam. Cuidaremos tus datos como si fueran los nuestros.