Cuántas veces habremos oído decir que cuando te salen manchas blancas en el esmalte de tu boca es porque en realidad has dicho alguna que otra mentirijilla, ¿verdad? Evidentemente esa no puede ser la causa de dicho fenómeno. Aunque ojalá se solucionara con varias dosis de verdad.
Lo primero que debes saber es que estas manchas, que a veces te impiden lucir la mejor de tus sonrisas en las fotos, tienen solución. Pero es importante que conozcas que existen distintos tipos y que su aparición es uno de los primeros síntomas de una mala salud bucal. Al principio, las manchas no afectan más que a la estética, pero si estas no son tratadas pueden complicarse y derivar en otros problemas.
El primer tipo de manchas se origina en los dientes de leche de los niños cuando estos contraen alguna enfermedad o virus que les genera fiebres altas. Al no tratarse de las piezas definitivas, no debemos alarmarnos, ya que estos dientes se caerán y aparecerán otros.
En segundo lugar, las manchas pueden aparecer también por un exceso de flúor que puede venir acompañada de una enfermedad llamada fluorosis, que implica una mala formación de calcio y que acaba provocando su aparición. En este caso, las bebidas oscuras como el café, el té u otros productos que pigmentan mucho pueden ser absorbidas por el tejido de los dientes y oscurecer estas manchas.
Por último, algunos odontólogos sitúan su origen en el inicio de una caries. Y esto es así porque las caries desmineralizan el esmalte provocando la pérdida del reflejo de la luz. En este caso, se denominan lesiones blancas y son diferentes de los primeros dos casos de manchas. Las lesiones se ubican cerca de la encía ─a diferencia de las otras, que puedan estar en cualquier otro lugar de los dientes─ y poseen forma de medialuna.
Y ahora que conocemos el porqué, la siguiente pregunta que deberíamos hacernos sería: ¿qué tratamiento elegir?
En estos casos, lo que más ayuda es la prevención, y para eso solo cabe una posibilidad: mantener una buena higiene dental y visitar regularmente al dentista. Aunque, tanto la fluorosis como las manchas originadas por fiebre alta pueden ser eliminadas con ácidos que remueven una capa fina y dejan la superficie lisa nuevamente.