Muchas veces creemos saber más de nuestra boca de lo que realmente sabemos. Nos la arreglamos para autodiagnosticarnos. Sin tener en cuenta las consecuencias, evitamos acudir a la consulta del especialista y nos tomamos la libertad de tratarnos. En ocasiones, incluso haciendo peligrar nuestra propia salud y felicidad. Así que, como versa el dicho popular «cuando se quiere saber una cosa, lo mejor que se puede hacer es preguntar». Y hoy te toca a ti contestar. ¿Cuánto sabes sobre tu salud bucodental?
Preguntas
1. ¿Con qué periodicidad hay que ir al dentista?
2. ¿La calidad del cepillo de dientes es importante?
3. ¿Las técnicas de blanqueamiento son malas para mis dientes?
4. ¿La halitosis únicamente está provocada por el hábito de fumar?
5. Si mi hijo tiene 3 años, ¿debería hacerse una revisión odontológica?
6. ¿Es necesaria la reposición inmediata de un diente cuando se cae?
7. Si me sangran las encías durante el cepillado, ¿debería preocuparme?
8. Las comidas y bebidas no afectan de ninguna manera a mi salud bucondental, ¿verdadero o falso?
*Continua bajando para saber las respuestas.Respuestas
1. Hay que acudir al dentista, como mínimo, dos veces al año. Las revisiones dentales periódicas son fundamentales para mantener una sonrisa sana y bonita. No lo olvides, ¡el odontólogo es tu amigo!
2. Sí, siempre. La calidad de un cepillo de dientes depende de sus cerdas y su buen o mal funcionamiento se mide en función de la capacidad de limpiar zonas difíciles. Es recomendable usar uno de cerdas suaves y cambiarlo cada 2 o 3 meses.
3. No. Las técnicas de blanqueamiento se realizan en la parte externa al diente y básicamente consiste en purificar los poros del esmalte. ¡Son tan poco invasivos que se pueden repetir con frecuencia a lo largo de la vida del diente!
4. No del todo. Es una de las causas del mal aliento, pero no la única. La halitosis es una de las enfermedades bucodentales más comunes y se presenta en situaciones cotidianas. Hay numerosos factores que la provocan, la poca segregación de saliva, hablar durante largo rato, el estrés o el acholo son algunos de ellos.
5. Sí. Cuanto antes comience a cuidar su higiene dental, antes se concienciará de la importancia que tiene la salud oral en todos los ámbitos de su vida. Esto conlleva una disminución de posibilidades de trastornos y problemas odontológicos, además de una próspera relación entre paciente y dentista.
6. Sí. Cuando perdemos una pieza dental, por muy innecesaria que parezca, es necesaria reponerla. Esta forma parte de una estructura que, al alterarse, puede peligrar. Los dientes contiguos a la pieza perdida tienden a malposicionarse, estropeando la mordida y la propia sonrisa.
7. Sí, por supuesto. El sangrado, por ligero que sea, puede significar varias cosas. Que el cepillo de dientes tenga las cerdas demasiado duras, que no estemos realizando una correcta limpieza o, más peligroso, que las encías estén algo inflamadas y haya que recurrir a un especialista.
8. Falso. Una dieta inadecuada es la principal causa de la aparición de caries y del desgaste del esmalte. Los alimentos muy dulces, ácidos, los refrescos o zumos, por ejemplo, contribuyen a la acumulación de placa y al deterioro de las piezas dentales.
¿Cuántas has acertado? Háznoslo saber a través de las redes sociales. ¡Estamos deseando saberlo!