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Yo también me como las uñas. ¿Eso daña mis dientes?

¿Cuántas miles de personas al día repiten el mismo gesto de llevarse los dedos a la boca y comenzar a mordisquearse las uñas? Esta mala costumbre suele estar asociada a situaciones de estrés, nerviosismo, ansiedad o por simple manía derivada del aburrimiento. Parece ser que al mordernos las uñas generamos un acto auto-calmante y que además nos distrae.

Este mal hábito alcanza los picos más altos en la adolescencia y a partir de los 18 años va disminuyendo, aunque también se dan casos en edades más avanzadas. Pero sea a la edad que sea, es una manía que es visible para todos, ya que las manos forman parte de nuestra comunicación diaria. Con ellas no solo transmitimos mensajes, también comemos, damos afecto, nos despedimos… Sea como sea y donde sea, nuestras uñas van a estar siempre al descubierto.

La onicofagia –o, lo que es lo mismo, comerse las uñas– es un acto que, como acabamos de ver, es poco estético y que además produce el desgaste de los dientes y daña el esmalte de las uñas. También puede provocar que, con un mordisqueo excesivo, se nos lleguen a caer algunos dientes y se creen úlceras en las encías. Ya en casos extremos, puede ocurrir que aumente el riesgo de contraer alguna enfermedad por la cantidad de bacterias que hay debajo de las uñas.

Con un poco de paciencia y constancia, pronto dejarás de morderte las uñas.

Todavía estás a tiempo de abandonar este hábito. ¿Buscas algún remedio para dejar de morderte las uñas? Algunos especialistas recomiendan comprar esmalte de uñas transparente con mal sabor, aunque también puedes ponerte alguna sustancia amarga como la salsa de tabasco, la crema de manos o aceite de castor. Verás como ya no es tan apetecible comerse la uñas.

También es muy útil morder goma de mascar o algún caramelo para mantener tu boca ocupada e ir eliminando la compulsión de morderte las uñas. Pero, sobre todo, intenta mantener tus manos ocupadas en los momentos de relax. ¡Que no vayan hacia tu boca!

Con un poco de paciencia y constancia, pronto dejarás de morderte las uñas. Y si ya te has dañado los dientes, tranquilo. Puedes ponerte en nuestras manos y te repararemos la dentadura en un santiamén.

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