Sara, en esta entrevista, nos va a contar qué papel tiene el podólogo, cuándo se debe acudir y con qué frecuencia…
Entrevistador: Bueno, Sara, muchas gracias por estar aquí para resolver todas nuestras dudas. Nos gustaría que te presentases brevemente a nuestros lectores.
Sara: ¡Gracias a vosotros por concederme esta oportunidad para dar a conocer mi profesión! Bien, mi nombre es Sara García Blanco, colegiada 2052, y soy la podóloga del centro Clínica Imagen. Terminé mis estudios en 2020 y desde entonces no he parado de formarme realizando numerosos cursos y seminarios con la idea de seguir creciendo y ofrecer el mejor servicio a mis pacientes.
E: Sara, ¿en qué consiste la podología?
S: La podología, de forma resumida, es la rama sanitaria encargada de la prevención, el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de patologías que afectan al pie, como callosidades, problemas en las uñas, juanetes, papilomas, entre muchas otras. Muchas veces se piensa que acudir al podólogo es solo cuestión de estética, ¡pero nada más lejos de la realidad! Los pies influyen en la salud y en el bienestar de la persona.
E: ¿Qué trabajo desarrolla el podólogo?
S: En general, el trabajo del podólogo se desarrolla en diversos campos entre ellos quiropodia, biomecánica de la marcha, farmacología, podología pediátrica y geriátrica, podología deportiva, pie diabético…
E: ¿Cuáles son los motivos por los que una persona debe acudir al podólogo?
S: Los motivos, como en todas las especialidades, son muy diversos. Puedes acudir por dolencias en los pies, porque estás empezando a caminar mal, porque te duelen las rodillas, porque tus uñas estás cambiando de color…
Creo que es muy importante que todas las personas conozcan cómo pisan y si lo están haciendo bien. Una mala forma de pisar, o lo que es lo mismo, una mala biomecánica, puede llegar a generar problemas en todo el cuerpo, como dismetrías de caderas, problemas en la rodilla, en la espalda, incluso en nuestra boca. En Clínica Imagen Sevilla disponemos de todos los instrumentos necesarios para hacer un estudio biomecánico, algo que todo el mundo debería realizarse, al menos, una vez en la vida.
E: ¿Con qué frecuencia o cuándo es necesario ir al podólogo?
S: Esta es una pregunta que me gusta mucho responder. Algo que pocas veces paramos a pensar es que nuestros pies son la base que sostiene todo el peso del cuerpo, los que nos permiten caminar y movernos de un lado a otro. Pasan muchas veces desapercibidos a la hora de cuidar nuestra salud, sin embargo, debería ser una práctica primordial. Cuidarlos va a hacer que prevengamos problemas futuros.
Volviendo a la pregunta. Como norma general, y sin la necesidad de presentar alguna patología, se recomienda pedir cita con el podólogo, como mínimo, una vez al año. Eso sí, si existen dolencias o crees que algo no va bien, debes acudir con la mayor brevedad posible.
E: ¿A qué edad hay que empezar a visitar al podólogo?
S: No existe una edad obligatoria, pero es cierto que en edad infantil es recomendable acudir a realizar una primera visita a los 4-5 años si no se ha detectado ninguna anomalía antes. Si eres adulto y no has acudido ninguna vez al podólogo, ¡empieza a cambiar tus hábitos! Puede que algunas dolencias tengan origen en los pies, y no lo sepas.
E: Con respecto a las anomalías infantiles que has comentado, y como padres, ¿en qué nos tenemos que fijar para saber si es necesario acudir al podólogo antes de la edad indiciada?
S: Pues, por ejemplo, en la posición de los pies al caminar: si las puntas se meten hacia dentro o, al contrario, van excesivamente hacia fuera. También en casos de pies planos y pies valgos, que son bastante comunes. Fijaos bien en la suela del calzado, por dónde se desgasta más. Esto nos va a dar muchísima información. Otro aspecto que nos puede alertar es si caminan de puntillas.
E: ¿Quién puede ir al podólogo?
S: Todos, toda la población, desde los más pequeños hasta los más adultos. Personalmente, me gusta hacer un llamamiento siempre a dos poblaciones: las personas deportistas y a las personas con diabetes. A las primeras porque pueden evitar gran cantidad de patologías como sobrecargas, tendinitis aquilea, esguinces de repetición, lesiones de isquiotibiales, fascitis plantar, etc., que puedan venir derivadas de un mal gesto deportivo.
A las segundas, porque, al tener mayor vulnerabilidad a presentar úlceras en las extremidades inferiores, es especialmente importante determinar el riesgo de sufrir una úlcera y evaluar el estado de salud de los pies en estos casos. Una de las principales causas del desarrollo de úlceras de pie diabético son las anomalías en la marcha y, como consecuencia, la aparición de callosidades o hiperqueratosis.
E: ¿Qué servicios ofrece el podólogo?
S: Además de todo lo que hemos ido comentando, callosidades, uñas encarnadas, tinea pedis… Los dos servicios más demandados son la quiropodia y el estudio biomecánico o el estudio de la pisada. ¿Los explico?
E: ¡¡Claro!!
S: ¡Genial! El estudio biomecánico o el estudio de la pisada nos permite conocer cómo se comporta el cuerpo al caminar, ayudándonos a diagnosticar y a prevenir la aparición de lesiones musculares y osteoarticulares, ya que analizamos la posición de los pies tanto en posición estática como en movimiento, y su relación con estructuras como rodillas, cadera y columna.
Lo primero que hacemos siempre, sea cual fuese la consulta del paciente, es una entrevista para conocer otros datos, como antecedentes, tipo de actividades que realiza, dolencias que tiene… Para proceder a una exploración en camilla y valorar rangos articulares y musculares.
Después de esto, ya sí que empezamos propiamente con el estudio de la pisada. Primero, en posición estática con una plataforma de presiones, analizamos, entre otras cosas, los puntos de máxima presión o el desplazamiento del centro de gravedad corporal. Después, estudiamos la huella en dinámica, analizando el cuerpo en movimiento.
Dependiendo de los resultados, valoramos la necesidad de realizar tratamiento de plantillas personalizadas, ejercicios de estiramiento, potenciación muscular, derivación a otro profesional, etc.
Por otro lado, está el servicio de quiropodia, que es un tratamiento que se realiza para eliminar durezas, callosidades y alteraciones en las uñas de los pies con el objetivo de evitar que aumenten su gravedad con el tiempo. Además, aprovechamos para revisar si existen otras patologías, como hongos o papilomas.
Para ello, se lleva a cabo un deslaminado de hiperqueratosis, es decir, la eliminación de durezas; el corte y fresado de uñas terapéutico; un tratamiento de helomas o callos; el fresado de talones y tratamiento de grietas, para acabar con una hidratación profunda y masaje.
E: ¿Por qué aparecen las durezas?
S: Por el uso de calzado inapropiado, por la edad, alteraciones en la pisada, enfermedades congénitas, practicar deporte continuadamente, especialmente de alto impacto… Todo esto ocasiona la aparición de durezas, pero también de sudoración, callos, uñas encarnadas, helomas interdigitales, comúnmente conocidos como ‘ojos de gallo’, hongos y verrugas…
E: ¿Cuándo acudir al podólogo para realizarse una quiropodia y cuál es la mejor época para hacerlo?
S: Como hemos comentado, debemos acudir a nuestro podólogo al menos una vez al año, para revisar por completo nuestros pies, detectando a tiempo cualquier anomalía y poder diagnosticar las posibles causas que la producen. No hay ninguna época concreta para realizarse una quiropodia.
Si presentas algunos de los problemas que hemos mencionado (callos, durezas, alteraciones en las uñas: uñas encarnadas, papilomas, hongos), no dudes en acudir a tu podólogo colegiado y evitar problemas en el futuro.
Ahora en el centro ofrecemos la primera quiropodia a 20€ acompañada de la valoración de la huella gratuita.